Erica García llega radiante, lunes de
sol, en el bar y saluda como quien invade. Se sienta, no pide nada.
Está tensa. Deja las gafas a un costado y habla sobre los medios. Está
algo saturada, también. Se siente indefensa, dice.
Érica García: Es muy raro que los medios tengan la impunidad de decir
de vos lo que quieran. Estoy un poco harta. Eso del otro día, que le
pegué a Levinton, el chico de Turf, por ejemplo. No pasó nada.
Terminamos de tocar, bajamos del escenario y nos fuimos. No existió
todo eso que ahora dicen que pasó.
Noticias: Todos hablan de ese supuesto golpe.
García: No, no. Incluso recibí un montón de llamados horribles,
patéticos, de gente que me felicitaba por esa trompada. Pero bueno,
ahora quedó eso. También quedó que Ricardo (Mollo) se separó de mí
y se fue con Natalia (Oreiro) cuando hacía un año que ya no estabamos
juntos. ¿Qué tengo contra eso? ¿Cómo me defiendo? Estoy desarmada.
Noticias: ¿No se le ocurre qué hacer?
García: Sí... lo primero que hice fue avisarle a mi mamá que no
creyera todo lo que se publica. Le pedía que cuando se enterara de
algo, primero hablara conmigo. ¿Qué más puedo hacer? Me sacan una
foto con mi novio en un lado y dicen que estábamos en otro. Pusieron
que no íbamos a durar mucho y hace un año que vivimos juntos. El otro
día vino Dárgelos, de los Babasónicos, y me dijo: “¿Viste que
somos novios?”. ¿Nunca pueden poner la verdad? No: “Extra, Extra,
romance de Érica García con Beck”. No pueden decir que sólo venía
al estudio mientras yo grababa... No, eso no pueden porque no vende.
Para mí lo valioso era que yo terminaba una toma y estaba el tipo ahí.
Esos son mis recuerdos. Encima, cuando vino a Buenos Aires lo primero
que le preguntaron fue sobre eso. Él no sabía qué hacer. Es muy raro
que reescriban tu vida todo el tiempo.
Noticias: ¿Tanto la afecta?
García: Un poco. Igual yo hago la mía. Me importa tocar, eso. Ahora
vengo de mi clase de canto, me fue re bien, estudio todos los días,
estoy tocando mucho el piano, pintando, estoy enriqueciendo mi vida.
Esas son las cosas que me mueven. Estoy cantando con grupos nuevos que
me invitan, estoy preparando shows, una gira por distintas partes del
mundo...
Noticias: ¿Va editar su CD “Amorama” en España?
García: Sí, en España, en Chile, en México. Por todos lados. Eso ya
lo sabía desde hace dos años, estaba en el contrato. Lo que me
gustaría es que saliera en el interior. Quiero irme de gira por el
país. Hice un poco pero no cubrí todo como a mí me hubiera gustado.
Noticias: ¿España está más cerca que el interior? ¿El mercado le
hace más fácil llegar a Barcelona que a Tucumán?
García: No, no pasa por ahí. En España voy a hacer un show de
promoción.
Noticias: ¿Por qué está tan tensa?
García: Vos estás tenso, mirá como te comés la uñas... Estoy harta
que me hablen del exterior, de que todos se vayan del país.
Noticias: Hay decenas de despedidas todas las noches de gente que se va.
García: Mis amigos no se van. Y yo tampoco. Hay que viajar como hubo
que viajar siempre, para enriquecerse. No es que hay que hacerlo ahora.
No hay que irse. Y no quiero hablar ni un centímetro de eso para que no
haya malos entendidos.
Noticias: ¡Qué paranoia!
García: Es que no vengo de buenas experiencias, ya te conté. Si no vas
a inventar nada, hablamos tranquilamente.
Noticias: El discurso general dice que el país está acabado y no se
recupera en menos de una década. ¿Por qué habría que quedarse?
García: Muy simple. Si el país está fundido, lo tenemos que levantar.
Seguir creciendo. Nadie es un ente separado de su país. Aunque te vayas
a otro lado seguís siendo argentino. Y no tiene sentido ser argentino
en otro lado cuando tu país está deshecho. Tiene sentido quedarse y
hacer que este país esté bueno.
Noticias: ¿Vale la pena, entonces?
García: Es que está bueno este lugar. Pero somos muy exagerados y,
como la situación económica es crítica, qué hacemos, nos vamos. Esto
se soluciona con mucho amor por las cosas que hacemos. Y haciendo más.
Eso, un foco de amor... te digo esto y veo una flor enorme... Eso es
resistir. Desconfío de la gente que reniega de sus orígenes. Y me
parece horrible la sensación de que, porque no haya plata, haya que
irse. Aparte, después están afuera diciendo que lindo país es la
Argentina, qué buenos músicos, qué paisajes, entonces, gil, ¿por
qué no te quedás? Los que se fueron nos fortalecen más a nosotros que
nos quedamos.
Noticias: ¿Está haciendo nuevas canciones?
García: Sí, hago canciones en forma compulsiva. De todo lo que hice,
las últimas son las que más me gustan. Son más tranquis. “Amorama”
está más equilibrado. Hay momentos súper altos y otros más suaves,
como “Es difícil amor”, el nuevo video. Todos los discos expresan
el momento en el que lo grabaste, lo que vivías, cómo estabas. Igual,
¿qué se puede decir de una canción? ... la canto y listo. Estoy
pasando un momento ultra pacífico, de amor, de alianza, estas canciones
hablan de eso. Me dan ganas de sacar otro disco. Pero hay que esperar.
Noticias: ¿Qué aprendió trabajando con Gustavo Santaolalla, su
productor?
García: Me enseñó a internarme en cada canción, a conocerla. Es lo
que estoy haciendo mucho. En mi casa estudiamos canciones de los
Beatles, saber cómo se engancha una parte con otra, un estudio
celestial. Sensibilidad a full, analizar cómo fueron compuestas.
Desarmarla, verla por todos lados. Y después, cuando la volvés a
escuchar, te parte más el corazón. Hay canciones que tienen ciertos
hilos mágicos que hay que aprender a degustar. Dejarte llevar por la
sensibilidad.
Noticias: ¿Cuánto queda en usted de la nena que se volvía de la plaza
porque prefería jugar sola en su casa?
García: A esa nenita la quiero mucho. Es mi base, soy yo. Era muy
tímida. Con un mundo interno muy creativo. Me la pasaba cantando,
dibujando, tocando la guitarra, era todo expresión porque no podía
hablar con nadie, no me salía. Me encanta haber sido así. Fue mi
escuelita personal. Volaba mucho. La infancia es la base de todo. Soy el
sueño de Eriquita niña, tengo que ser fiel a esos sueños. Miro para
atrás y me veo súper hermética, cerrada, entonces digo “ahora estoy
en línea directa con ella”. Y siento satisfacción.
Noticias: ¿Se puede seguir hablando del rock como una alternativa de
vida?
García: El rock es una forma de vida. No tiene que ver con los excesos,
están ahí y cada uno elige. Pero tener plena decisión sobre tus
actos, manejar tus horarios... no sé. Ahora yo creé mi propia agencia
de prensa y management, creé mi independencia y eso también es rock.
Te manejás con la compañía de una manera más armoniosa. Podés
organizarte como querés, es el deseo en estado puro. Eso es el rock:
hacer genuinamente lo que querés. Nada está prohibido. Para mí es la
vida ideal. Me resultaría muy difícil vivir con alguien que no lleve
una vida así. Y no hace falta ser músico para eso. Debe haber gente
que trabaja en una fábrica y también es un rocker. Y tiene sus
riesgos. Es una vida de aventura. La gente que cumple y va a una
oficina, tiene un sueldo garantizado. Nosotros no. Pero no quiero quedar
como “La abanderada del rock”, o “Yo soy rock”, no estoy
diciendo eso.
Noticias: El crítico Rodrigo Fresán dijo que en ningún lado encontró
gente tan paranoica y con tan poco humor como en el ambiente del rock.
García: Es que el músico es una persona, pero que llega a la gente
como un ser de fantasía. Entrás a encarnar un montón de deseos y
frustraciones, lo que la gente quiere proyectar en vos. El deseo de
vivir de una forma, que ellos suponen que vos vivís. Eso me parece que
pasa. Por eso se hace más complicado.
Noticias: Como un espejo que deforma.
García: Sí... y eso no pasa con otros personajes. A un actor no le
pasa. Se baja del escenario y queda claro que no es la persona que el
público miraba. El músico no, todo lo contrario. Termina de cantar y
lo que cantaba le pasa en serio. No te interpreto el papel de Érica la
cantante. Yo soy así. Un actor puede correrse de esa fantasía y decir,
mirá, estoy haciendo otra película, pero el músico no. Entonces la
paranoia va creciendo. Cuando se meten con el que está en el escenario,
se están metiendo con vos, no con el papel que estuviste interpretando.
Y ahí me parece que está la base de la paranoia rockera.
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